Creo que dos son los peligros serios que amenazan al cristianismo hoy; el primero, vivir en una "Casa Común" irreal, sobre todo, sin participar en su sufrimiento...

1

OCTUBRE
Viernes
26 Semana Ordinario
Teresita del N. Jesús (1897)


Bar 1,15-22: Pecamos contra el Señor

Confesamos que el Señor, nuestro Dios, es justo; nosotros, en cambio, estamos hoy muy avergonzados junto a los judíos y vecinos de Jerusalén, a nuestros reyes y gobernantes, a nuestros sacerdotes y profetas y a nuestros padres; porque pecamos contra el Señor no haciéndole caso, desobedecimos al Señor, nuestro Dios, no siguiendo los mandatos que el Señor nos había dado. Desde el día en que el Señor sacó a nuestros padres de Egipto hasta hoy no hemos hecho caso al Señor, nuestro Dios, nos hemos negado a obedecerle. Por eso nos persiguen ahora las desgracias y la maldición con que el Señor amenazó a Moisés, su siervo, cuando sacó a nuestros padres de Egipto para darnos una tierra que mana leche y miel. No obedecimos al Señor, nuestro Dios, que nos hablaba por medio de sus enviados, los profetas; todos seguimos nuestros malos deseos sirviendo a dioses ajenos y haciendo lo que es malo a los ojos del Señor, nuestro Dios.

 

Salmo 78: Líbranos, Señor, por el honor de tu nombre

 

Lc 10,13-16: ¡Ay de ti, Corozaín, ay de ti, Betsaida!

En aquel tiempo Jesús les dijo: iAy de ti, Corozaín, ay de ti, ¡Betsaida! Porque, si los milagros realizados entre ustedes se hubieran hecho en Tiro y Sidón, hace tiempo habrían hecho penitencia vistiéndose humildemente y sentándose sobre cenizas. Y así, el juicio será más llevadero para Tiro y Sidón que para ustedes. Y tú, Cafarnaún, ¿pretendes encumbrarte hasta el cielo? Pues caerás hasta el abismo. Y dijo a sus discípulos: El que a ustedes escucha a mí me escucha; el que a ustedes desprecia a mí me desprecia, y quien a mí me desprecia, desprecia al que me envió.

 

Comentarios

Creo que dos son los peligros serios que amenazan al cristianismo hoy; el primero, vivir en una "Casa Común" irreal, sobre todo, sin participar en su sufrimiento ni en los anhelos de los pobres y las víctimas; el segundo, pensar que el querer salvífico de Dios poco o nada tiene que ver con la historia y con las esperanzas de la humanidad. Ambos peligros suponen un desafío: «la honradez con lo real», contenido esencial del lamento profético de Jesús de Nazaret, contra los incapaces de reconocer a los empobrecidos ya los débiles, cuyos derechos pisotean. En este sentido, lo distintivo del cristianismo es encarnar en la vida a Jesús y su proyecto de humanización, comprometidos en la transformación de la realidad. Dejémonos inspirar por las palabras de Monseñor Romero; "...muchos cristianos están dispuestos a dar su vida para que haya vida para los pobres. Insertos como Jesús en el mundo real, amenazados y acusados como él, dando la vida como él, están testimoniando la Palabra de la Vida".

Visto 661 veces

Please publish modules in offcanvas position.